Twitter es una especie de teletipo personal: escribes mensajes con 144 caracteres y lo leen personas que piensan que lo que tienes que decir es interesante (aquí podéis ver el mío). Su origen tiene que ver con la pregunta «¿Qué estás haciendo?«, pero para muchos ha derivado en mandar pequeñas píldoras de información relevantes para uno y/o sus amigos: el nacimiento de una hija, el recuento de una elecciones, nuevas entradas en el blog, el desarrollo de una conferencia ,…
Si sacas un servicios o producto, tu mayor ilusión es crear una comunidad de clientes alrededor. Una comunidad, en sentido amplio, es un grupo de personas que tienen algún interés, afición, recurso, necesidad, … y que tienen, a su vez, sentido de pertenencia a ese grupo, por débil que sea. Si creas una comunidad alrededor de tu negocio, consigues que el marketing y la información para mejorar de tu producto sea muy muy barata y muy muy eficiente.
Twitter ha conseguido, por su propia naturaleza, crear pequeñas comunidades virtuales (sin contacto físico cara a cara). Estas comunidades han crecido en número y complejidad, apareciendo a varios niveles (por amistad, profesionales, empresas,…). El aumento de la complejidad lleva, a menudo a dar el salto al mundo físico, de manera que se organizan encuentros de usuarios periódicamente. En Sevilla, estos encuentros se llaman «Twittsev«. El pasado viernes dos de mayo tuvimos, como todos los primeros viernes de mes, una de esas reuniones. La novedad es que esta vez Mecus.es, mi nueva empresa, invitaba a cervezas y montaditos en mi bar favorito «Azahar», en mi barrio, San Julián.
En estos encuentros no se habla tanto como se puede esperar del servicio de Twitter o de sus novedades. Curiosamente se parece más a una reunión de amigos de toda la vida que a un congreso científico o un club de fans. ¿Razones? Se me ocurren algunas:
- Twitter, al ser un medio de comunicación interpersonal, crea vínculos entre sus usuarios de cierta profundidad, los que se siguen llegan a conocerse bastante. (Probablemente más que algunos familiares a los que sólo vemos en las bodas)
- La audiencia de los twitters suelen ser personas a las que les gusta, por lo menos, alguna de las cosas que nos gustan (nadie es totalmente distinto en este mundo: siempre compartes rarezas con alguien).
- Tus seguidores valoran que les des información sobre cosas distintas a las que están acostumbrados. Para mí, twitter es una fuente de heterofilia, el antónimo de homofilia. Conocer cosas de personas distintas a mí me enriquece, sobre todo cuando es tan fácil filtrar la información con tanta facilidad.
- El pequeño tamaño de los twitts hace que se condense la información que se transmite en pildorazos, haciéndola más efectiva.
Enlaces relacionados:
- Entrevista a Biz Stone (creador de Twitter) de Rosa JC en ElPaís con motivo de Evento Blog España 2007.
- Fotos de los Twittsev en Flickr. (Las de mi amigo Brero)
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