El uso del lenguaje hace que algunas palabras se cargen de un valor (negativo o positivo). «Ambición» es una de ellas.
Acabo de asistir a dos charlas consecutivas de Javier Martín (Loogic) y de Bernardo Hernández (Google, tuenti, Idealista) en las que han hablado de que la ambición es motor de éxito en las empresas de internet. Para ellos ambición= ganas de crecer y de hacer grandes cosas.
Proponen no ser prisioneros de la contaminación de la palabra. Ver el concepto con ojos limpios. Proponen creer en una idea, en tus capacidades de hacer realidad un proyecto. Los que sólo quieren ser funcionarios o creen que las empresas sirven sólo para robar «plusvalías» al proletariado no lo pillarán. No suelen entender que la inversión de tiempo y energía suele compensar: Pocas cosas comparables con la alegría del primer pago de algo que unos meses antes sólo estaba en tu cabeza.
Bernardo me recordó lo que me enseñó una vez mi tío: tu miedo puede ser tu aliado si te enfrentas a él y lo conoces.
Las charlas las han dado en las jornadas en las que Flowers in Space han presentado los resultados de sus trabajos en Factoría Web, su aventura con la Universidad de Sevilla y los estudiantes que están terminando estudios en informática. Su ambición les llevará todavía más lejos de donde están, que no es poco. Su talento les avala.
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