Un hombre confiesa que hace dos años que no hace el amor con la mujer con la que está casado.
Su amigo se escandaliza, soltándole un sermón sobre la felicidad, la libertad y demás.
El primero le deja terminar y le dice: ¿De verdad te crees todas las tonterías que me has dicho? Somos amigos. Te conozco. Y sé que no puedes pensar eso. Conozco tu vida. Y la única explicación que se me ocurre es que te estás volviendo esquizofrénico, un hipócrita. Tal es tu hipocresía y la de los tuyos, que ya no sabéis que estáis disociados, y aún menos cómo casar lo que sois con lo que pensáis.
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