Hace una semana se publicó la sentencia de uno de los juicios sobre unas ayudas ilegales a empresas para hacer EREs (Expedientes de regulación de empleo) en Andalucía. Durante muchos años la Junta de Andalucía pagaba a algunas empresas los sueldos de los prejubilaciones de despedidos para que no tuvieran que pagar las indemnizaciones por despido ni cobrar del paro. Uno de los problemas es que esas adjudicaciones eran discrecionales. Sin concurso, baremos o publicidad, un alto cargo de la Junta, (siempre un político del PSOE) decidía si podías o no recibir la ayuda. Nadie se acuerda de las empresas competidoras que sí tuvieron que cerrar sin que nadie les ayudara, en una suerte de competencia desleal.
El mundo no se divide entre las personas malas y las buenas. Hay extremos (psicópatas y santos), pero la mayoría estamos en medio. A veces hacemos cosas mal y otras bien. Y se nos juzga por ellas, por nuestros actos. Y un juicio no es más correcto por haber condenado a una persona que no nos gusta. Si José Antonio Griñán es una persona con trato afable, culta, honrada, (y me creo que lo sea) ¿debe juzgárseles sus actos de manera menos severa que, por ejemplo, a Manuel Chaves? Lo digo porque casi todos los artículos lamentan la sentencia al primero y pasan de puntillas sobre la segunda. (No he encontrado nada defendiendo la honorabilidad de ninguno de los otros condenados):
- No es lo mismo. Por Esther Palomera en El Nacional.Cat
- Sufrimiento . Por Isabel Pedrote en eldiario.es
- Los malos consejeros. Por María Iglesias en eldiario.es
También soy una de esas personas que creen que Griñán es una persona honorable. Pero si uno es la cabeza de una institución, si se ha presentado a una elecciones, si ha pedido la pelota, debe vigilar por la honestidad de la organización. En baloncesto, quien la pide es responsable del siguiente movimiento. Si tira y falla, no puede echarle la culpa al resto de su equipo. ¿Por qué sino las leyes, los reglamentos, las resoluciones deben firmarse por la cúpula de la jerarquía, más alta mientras más importante sea la regla? Les han condenado por crear un sistema que permitía, por la arbitrariedad de sus decisiones, todo tipo de corrupciones y desmanes.
Nunca pensé que este momento llegaría. Nunca creí que personas con tantas responsabilidades fueran condenadas en Andalucía. No se puede obviar que mirar a otro lado cuando hay cosas graves a tu alrededor, no hacer ALGO que debe hacerse, también es actuar mal. La hegemonía del PSOE era (es) casi absoluta y muchísimas críticas, investigaciones y preguntas indiscretas han conducido a quien las hacía al ostracismo, al veto, al despido, cuando no a deudas incobrables por sugerencia de alguien de arriba. Esto viene porque mucho se preguntan ahora el por qué de esta saña con personas buenas, cuál es la razón de la alegría de tantos. La bondad de muchas personas buenas no se tuvo en cuenta cuando se miraba el carnet para según qué cosas o cuando la más mínima crítica bastaba para considerarte enemigo o indiferente (y aplicarte la legislación vigente). La soberbia de entonces sembró la ira de ahora.
Me encanta esta cita de Stuart Mill, a menudo atribuída a Burke:

Let not any one pacify his conscience by the delusion that he can do no harm if he takes no part, and forms no opinion. Bad men need nothing more to compass their ends, than that good men should look on and do nothing.
He is not a good man who, without a protest, allows wrong to be committed in his name, and with the means which he helps to supply, because he will not trouble himself to use his mind on the subject. It depends on the habit of attending to and looking into public transactions, and on the degree of information and solid judgment respecting them that exists in the community, whether the conduct of the nation as a nation, both within itself and towards others, shall be selfish, corrupt, and tyrannical, or rational and enlightened, just and noble.
Jonh Stuart Mill. Inaugural Address Delivered to the University of St. Andrews, Feb. 1st 1867 (1867)p. 36.
Y ayer nos encontramos con esta entrevista. Un muy desmejorado Manuel Chaves, usa los adverbios de manera, digamos, curiosa.
Las criaturas siempre son la excusa. La razón suficiente para obviar la ley. El bien mayor que justifica el mal. No había más remedio por la urgencia y gravedad de la situación. ¡Que poco imaginativos se ponen cuando quieren!
P. ¿Por qué fallaron los controles?
R. Hubo un procedimiento que tenía una función: el reparto rápido de las ayudas y eso quizás pudo afectar a los controles.
Manuel Chaves. Entrevista en El País (3/12/2019)
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