Llegó agosto y muchos amigos se van de vacaciones… ¿o no?
Cada años son más frecuentes las vacaciones veraniegas de dos semanas. Las cuatro semanas reglamentarias en España se fragmentan cada vez más: tres días en navidades, otro más para ese puente de acampada en Los Pirineos, otro más para el cumpleaños de la suegra, …
La empresas ven como su actividad no se ve muy perjudicada porque los empleados no emigran simultáneamente en masa. Por lo que veo, la productividad, ese maldito e irritante indicador, no se ve tan afectado como antes. Nuestro país se convierte en … ¿más civilizado?.
Por mi parte, la gente con la que trabajo ha planificado bien su descanso de tal forma que el mío se esfume: los clientes estarán «ON» para validar algunas fases críticas de los proyectos y los compañeros harán sus entregas de tal forma que el workflow siga fluido.
Conclusión: que me quedo todo el verano currando en Sevilla. Quien quiera apuntarse a tomar aire puro con cervezas por las noches, ya sabe dónde estoy.
Foto de [hdy]**.
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