Dia de Andalucía

Para felicitar el día a mis queridos andaluces, un regalito: una de mis piezas favoritas tocada por Martha Argerich, Aldo Ceccato y la Rundfunkorchester de Hannover. El maravilloso segundo movimiento del concierto para piano de Ravel.

[kml_flashembed movie=»http://www.youtube.com/v/AjnFGk4GTd0″ width=»425″ height=»350″ wmode=»transparent» /]

Por lo que sé, Ravel compuso dos conciertos de piano, uno de ellos para la mano izquierda (Por eso hay un «Concierto para piano de Ravel» y no un Concierto nº 1 para piano de Ravel…). Este concierto lo escribió para Paul Wittgenstein, hermano de Ludwig, que en casa es conocido por el «primo luisito», por la admiración que mi padre le tiene. Paul era un célebre concertista de piano y perdió el brazo derecho en la Primera Guerra Mundial, por lo que Ravel le compuso ese concierto que debe ser tocado con una sola mano. Lo he escuchado en directo y es espectacular poder ver el esfuerzo que el concertista debe hacer para tocarlo y lo maravilloso que es cerrar los ojos e intentar ver en tu mente una sola mano acariciando las teclas.

Ambos conciertos son maravillosos, pero recomiendo a todos que escuchen en un buen equipo de música (aunque preferiblemente en directo) el concierto que glosa esta entrada. YouTube no da precisamente la mejor calidad posible de sonido, y creo que merece la pena disfrutarlo debidamente.

El concierto para piano de Ravel completo:

  1. Primer movimiento
  2. Segundo Movimiento
  3. Tercer Movimiento

3 respuestas

  1. Ravel consta para mí como uno de los «músicos totales» de la historia, junto con Beethoven, Stravinsky y pocos más. Tanto componiendo sólo para el piano como para la orquesta completa. Se trata de uno de los más prodigiosos sinfonistas de todos los tiempos (Sibeluis, de nuevo Stravinsky, etc.) y su Bolero es un ejemplo de pieza que no es ni mucho menos profunda como composición pero que saca el máximo partido de la sonoridad de toda la orquesta.

    Sobre Wittgenstein hay muchas anécdotas. Podría pensarse que agradecería eternamente que cualquiera compusiera obras para él. En cambio, se negó a tocar una pieza de Prokofiev porque, a su entender, el primer movimiento no tenía ningún sentido musical. Escuchado ese primer movimiento, desde luego está lleno de las extravagancias melódicas de los músicos rusos de la primera mitad del siglo pasado (Shosta, oooootra vez Stravinsky) pero no es desde luego un ejemplo digno de ser rechazado.

    Y la Argerich es un prodigio.

  2. Yo escuché a Martha hace unos años y me encantó. No sé qué repertorio sigue últimamente o si ha venido por España, ¿sabes algo Ismael?

  3. No. Conozco a Martha gracias a impenitentes descargas por la mula de material por suerte ya en el dominio público.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.