Patricia se adapta a las americas. Del entusiasmo inicial se pasa a la rutina diaria, y mientras va conociendo a gente que le impiden sentirse sola… pero nosotros sí nos sentimos un poco solos sin ella. Menos mal que los correos y el skype nos la traen todos los días, llegando a hablar con ella más a menudo que cuando está aquí…
No me puedo imaginar los tutes de currar que se estará pegando… cortacésped por aquí, trilladora por allá. Y los peones mejicanos sin saber si es de los suyos o de los otros…
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