Mi amiga y compañera de trabajo Raquel me manda un correo de despedida antes de irse de vacaciones. Cordial y sincera. Nos comenta a los compañero que nos quiere y que pasemos unas buenas navidades.
El cariño y el amor tienen la característica común de que agradan a cualquier nivel. Se puede reciclar y transformarse. Y lo valoramos a voluntad. A capricho. O por lo menos eso es lo que queremos creer.
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