¿Quién se iba a pensar que la Quinta Sinfonía tenía tantas decisiones?
Todo tiene que tener buen por qué. Interpretar es ser consciente de lo que uno hace, tomar decisiones basándonos en lo que el creador ha escrito, pero no limitarse a transcribirlo, hay que pensar en lo que hay y decidir cómo debe quedar, porque todo está conectado, tiene un sentido conectados con las otras partes.
No es nueva la oposición entre planificar e improvisar. Roma y Nápoles. Norte y Sur. Y como todas las dicotomías, tienen una parte de verdad… pero una gran parte de mentira.
No existe la planificación total ni la improvisación completa. La realidad está siempre entre ambas y el error siempre en sentirse esclavo de alguna y dejarse llevar acríticamente por ideas abstractas. Como dice Martín:
Nunca dejamos de ser alumnos de nuestras propias debilidades
No podemos dejar que los errores dirijan nuestras vidas. ¿Qué hubiera pasado si Corelli hubiera seguido su carrera como antes? Nunca lo sabremos.
Foto de un concierto de Corelli en la Plaza de España de Roma. Fuente: Wikicommons