La música es creación, interpretación y reinvención.

Alegoría de la música, Hans Canon

Los que no somos músicos ni intérpretes entendemos la música de una manera completamente distinta a los que sí lo son. No es posible conocer una obra o disfrutar de una improvisación en vivo como las personas que tocan los instrumentos o conocen la obra. Sentimos la música, nada más. Quizás podamos leer sobre la obra, escucharla repetidamente, construir sobre ella una teoría o imaginarnos ideas, mundos, relatos inspirados en ella. Pero ni entenderemos de verdad lo que quería decir el autor no seremos capaz de interiorizarla como lo hace un intérprete.

Si te paras a pensarlo un poco, la música es un fenómeno humano muy complejo pero que está en todas partes. Es físico pero al mismo tiempo tiene una esencia cerebral. Emocional y racional. Crear música y escucharla son experiencias muy distintas y, por lo que sé, también universales.

Dos vídeos sobre música nos acercan un poco a cómo sienten la música los músicos. Son dos artistas que me gustan hace mucho tiempo y que no podrían ser más diferentes: Nuno Bettencourt y Juan Pérez Floristán (Spotify) nos enseñan las complejidades de la música. El primero desde su posición de estrella del rock, como creador; el segundo como intérprete internacional de música clásica, uno de las estrellas emergentes desde hace unos años. Uno nos cuenta cómo construye de la nada y el otro cómo la construcción de una obra compleja es tan difícil, pero también lo rica que es la interpretación.

Dos músicos con pocas similitudes te muestran que nunca sentirás la música como ellos. Algún músico me ha dicho alguna vez que así es mejor, que la música está hecha para ser escuchada, que no los envidie y que disfrute. Mi madre siempre se ha reprochado no enviarme a estudiar música cuando era pequeño. Yo siempre me he opuesto a ese reproche: los padres hacemos lo que podemos dados los recursos (tiempo y dinero) disponibles. No tengo queja, he aprendido y disfrutado mucho más que la mayoría. Siempre hay que priorizar, no se puede tener todo. Y tuve (tuvimos) muchísimo. Literatura, Música, Filosofía, Política, Matemáticas, Ciencias… Si no aprendí más fue por pereza, no por no tener oportunidades. Mis padres sacaron sus doctorados, sus oposiciones, sus clases y su carrera científica criando a dos hijos. ¡Impresionante! Es posible que no me convirtiera en músico, pero con mi familia aprendí a disfrutar la música, los libros, el conocimiento, los amigos…

En todo caso, algo está cambiando: Ahora estoy empezando en una Escolanía, la primera vez que canto desde que lo hacía cuando era pequeño con mi madre y exprimíamos el repertorio de Silvio Rodríguez y los demás cantautores que nos gustaban tanto. La música de Bach ya no es de Glenn Gould, Bylsma o Gardiner: ahora sale de mi garganta y está escrita en un papel. Y la siento en grupo, con un conjunto de niños y personas mayores al que no podría admirar más, a los que siento mejores que los mejores intérpretes de los discos que compré o heredado. Niños, jóvenes y algunos adultos a mi alrededor cantan con soltura obras maravillosas de Tomás Luis de Victoria, Cristobal de Morales, los Bach o Alonso Lobo; El repertorio principal es del Renacimiento y Barroco español pero, a veces, por razones obvias, se cuelan genios más tardíos: ¡Cantamos un motete de Bruckner! (Locus iste) Podéis incluso escuchar los dos discos que se grabaron hace poco:

https://open.spotify.com/album/2YWVmK1hVVS5AHXwuMdxvR
https://open.spotify.com/album/2YWVmK1hVVS5AHXwuMdxvR

Poco a poco voy aprendiendo a leer las partituras y a cantar aquí y allí. Y cuando por fin puedo cantar una sección entera, me fundo con mis compañeros, con los de mi cuerda y con todos los demás… ¡maravilla de maravillas! Interpretar con la Escolanía me da una sensación muy intensa, gratificante y liberadora. Como casi todas las cosas importantes, cuesta trabajo. Ir todos los sábados por la mañana a ensayar, aceptar que hay niños de 10 años que saben más que tú, asumir que un error tuyo arruina un interpretación grupal que iba fantástica, estudiar la partituras durante la semana y, esto ya por vicio, aprender sobre los autores y sobre el Renacimiento español (que te hace entender mejor lo que cantas). En la música de Tomas Luis de Victoria no hay, a primera vista, tantos matices como los que Juan nos cuenta de la música de Mussorgsky, por lo que tienes que entender mucho mejor el contexto histórico para disfrutarlo mejor. Y sobre el Renacimiento español, la Contrareforma,… conozco muy poco y no es tan fácil encontrar buenos textos. Se agradecen sugerencias.

Hay elementos del trabajo que también me ayudan a entender a la Escolanía: Un coro no se distingue tanto de un equipo de desarrollo de un producto digital. Lo evidente es lo que se construye, la música. Pero detrás hay un equipo muy entregado a su trabajo, con años de especialización, que conoce su papel fundamental en el grupo, aunque no sea visible: los encargados de que las partituras estén, los que dirigen las distintas cuerdas (sopranos, contraltos, tenores y bajos) cuando ensayamos por separado, quien decide el repertorio, quien lleva la dirección artística, quien negocia los bolos que hacemos, la comunicación, quien organiza las túnicas de las chicas, los viajes, la intendencia cuando es necesaria, animar a los chicos (que no es fácil),… La Escolanía Salesiana María Auxiliadora cumple 25 años y funciona como un reloj porque trabaja como un equipo pero se quiere como comunidad. Con una mínima jerarquía y una disciplina aún más invisible, el amor por la música y las ganas de interpretarla juntos es el mejor pegamento de una organización que he visto nunca. Incluso los retiros de comunidad son muchísimo mejores que el mejor al que he asistido (u organizado).

Mañana 7 de octubre cantaremos mi hija y yo por primera vez en público. Será en Dos Hermanas (Sevilla) en el XXV aniversario fundacional y primera salida procesional de la Hermandad de la Sagrada Cena.

Nota final: Si tenéis hijos de 7 a 21 años, traedlos a la Escolanía. Es la mejor actividad extraescolar que he visto nunca (y la más barata). Los niños y las voces blancas son lo más importante. Los mayores estamos para ayudar. Se aceptan voces de todo tipo y es una gran actividad para hacerlas con vuestros vástagos. Los niños aprenderán música de la mejor manera posible. En muy pocos sitios tendréis el nivel de calidad, igualdad y relación intensa que aquí.

Otro día os hablaré de Jimi, pero no me resisto a poner el mejor vídeo de la mejor canción del más grande:

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