Los viajes de congresos son extrañamente artificiales. Debes planear los días como si fueran de trabajo (horarios, tareas,…), aunque te sientes turista (sitios nuevos donde orientarse, rutas de viaje, buscar un sitio donde comer). El día previo a Le web ha sido muy interesante porque, aparte del frío y de lo poco simpáticos que son en el hotel, todo ha salido como estaba previsto. Una vez asegurado de dónde está todo (hotel, conferencia, bocas de metro, …) el resto del tiempo lo he invertido en pasear y cotillear un poco en la vida de esta ciudad. Acostumbrado al París turístico, uno no puede más que sorprenderse de lo que la vida de aquí se parece a la de las ciudades españolas. Aparte de los transportes públicos (me acuerdo de la nueva postergación de la inauguración de la primera línea del metro sevillano) y de la variedad de colores de piel que ves por la calle, me siento extrañamente integrado.
La fiesta pre-Le Web de ayer resultó ser un pub de cervezas a €5 sin comida llena de jovencitos (y no tan jovencitos) buscando alguna cara conocida. Poco a poco, y con la acción social lubricante del alcohol, se fueron haciendo corrillos y la gente se fue conociendo y reconociendo, ya que algunos son veteranos en las conferencias «tekkis» como estas.
Justo al principio, y tras charlar con un francés muy simpático al que llamó enfadada su novia, me encontré con un chico. Como parecía tan solo como yo, me acerco y le digo «Hi, I am Luis». «Hi, my name is Alex» me dice y, tras un instante de duda me dice: «¿No serás español?» Resulta que era Alex Barrera, de inkzee y tuenti, de quien he oído hablar muy bien y cuyo entusiasmo en su proyecto de filtrado semántico de contenidos me asegura que le irá bien, a poco que aguante los cantos de sirena, logrará hacer realidad su ambicioso proyecto. Había estado en EBE08, aunque me confesó que sus amigos blogueros se lo pasaron mejor que él, que es «más emprendedor que escritor».
He vuelto a ver a Luca Conti, un tipo simpático y listo, que aglutina a su alrededor a un buen grupo de italianos, que se sienten algo extraños en tierras francesa, con lo cual los españoles hacemos buena piña con ellos.
Nico Luchsinger, un periodista free-lance suizo, fue otro descubrimiento, puesto que puede hablar con soltura sobre los avances en los lectores de RSS como de su tesis doctoral sobre la propaganda en la lucha entre el papado y la monarquía en la Edad Media.
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