En mi mensaje sobre ciencia y tecnología sugerido por la entrada de Juan Freire, Roger White III dijo…
«pienso que la inversión en I+D+i debe promocionarse desde las empresas. La inversión de los gobiernos conduce a lo que todos hemos visto en la universidades, incluso yo, que he sido becario: un par de papanatas sentados delante de un ordenador haciendo el ganso. No habiendo estímulos no se consigue nada. Algunos profesores, con el tema de los sexenios de investigación todavía hacen algo, pero creo que es en las empresas donde ha de recaer la labor de investigar.
Sabido es que en España no hay empresas punteras de casi nada. Es por no investigar. Una pena.»
Estimado Roger: el problema es que las empresas no pueden hacerlo en solitario. Hasta las más grandes en todo el mundo tienen proyectos o beben de los resultados de instituciones académicas. Para crear un producto nuevo tienes que tener en el equipo a personas con la capacidad de crear, de abrir caminos nuevos. Y la mejor cantera y/o banquillo son las Universidades e Institutos de Investigación (en teoría). Hay otras razones, como el acceso a conocimientos casi vedados a los no académicos, el entrenamiento especializado que sólo se puede obtener en grupos de investigación (sólo puede formar un especialista en coloides alguien que sabe de simulación de partículas en ordenadores), por no hablar de la infraestructura.
Muchas empresas españolas, públicas y privadas, se encuentran con la disyuntiva de desarrollar sus propios productos con tecnología propia o comprarla a otras empresas, generalmente extranjeras, que se llevan su parte de los beneficios. La decisión depende de la percepción sobre los costes de una y otra. Si cree que, invirtiendo en un proyecto conjunto con un grupo de investigación de la Universidad de Murcia en pocos años tendrá un producto exclusivo que satisfaga perfectamente sus necesidades y cuyo control tendrá conjuntamente con los investigadores, invertirá dinero para equipos e investigadores, cuyo rendimiento final incluiría tres profesores doctores bien formados, un buen puñado de artículos científicos y equipo de última generación para un centro público. Si no es así preferirá adaptar un producto desarrollado fuera adaptado a sus necesidades, perdiendo la oportunidad de desarrollar un producto más eficiente, una tecnología más avanzada.
Estimado Roger: Sí existen empresas. Son pocas, pero por lo menos somos conscientes de parte del problema. Yo conozco un buen puñado de buenos investigadores que hacen grandes cosas, algunas que ya están siendo aplicadas aquí y otras a un paso de estarlo. Son una isla rodeadas del mar que comentas, pero por lo menos nos enseñan que existe la tierra firme, que no estamos condenados a viajar siempre en barco.
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