Pasqual Maragall e Ignacio Camacho: una entrevista

Varios amigos me ha llamado la atención sobre el tono y el contenido de la entrevista tanto de las preguntas como de las respuestas, que demuestra que la política y el periodismo han llegado a un lugar que hace poco tiempo parecía inexistente. No creo que nadie pueda quedarse indiferente ante la entrevista que le hizo el director de ABC al President. Entresaco algunas frases. Sois libres de entresacar otras en los comentarios.

—En las últimas semanas se le consideraba a usted políticamente acabado.
—Eso es cosa del periodismo…
—Incluso de algunos compañeros suyos.
—Bueno, pues… gozamos de buena salud.
—¿Tan buena como para ser de nuevo candidato a la Presidencia de la Generalitat?
—Ésa es la pregunta del millón…y yo no le voy a dar usted un millón, ja, ja, ja.
—Me conformaría con que me dijese si se ha sentido chivo expiatorio de la crisis.

(…)

—Por eso a usted se le acusa de hacer nacionalismo con votos socialistas.
—A veces me acusan de lo contrario. Lo que pasa es que Cataluña, más allá de su gobierno, ha llegado a un consenso sobre lo que quiere para sí misma y lo que quiere para y de España. En lo primero hemos cumplido, y lo segundo va por buen camino.

(…)

—¿Ha tenido que tirar mucho de su partido para llevarlo hasta ese consenso?
—Ésa es la imagen que se ha dado, pero el Estatuto lo ha hecho el Parlamento, no el Gobierno. Yo he intervenido en la fase final.
—Hay gente de su partido que sostiene que usted ha ido más lejos de lo que ellos querían.
—La verdad es que no. El texto del Estatuto no es de mi mano. Es verdad que en el último tramo he tenido alguna intervención, sobre todo en la sugerencia de que se introdujera una especie de resumen inicial, porque el texto es largo y denso, y me preocupaba que hubiese algún a modo de resumen que la gente pudiera memorizar. Eso se consiguió parcialmente a través del preámbulo.

(…)

—¿Y ese calentón que se dieron ustedes en el preámbulo, con la declaración nacional, no es lo que ha provocado mayor alarma, incluso en su propio partido?
—En el PSC, no.
—Pensaba en el PSOE. Pero veo que usted no se considera del todo militante del PSOE.
—Yo soy militante del PSC. El PSC tiene un acuerdo de largo alcance con el PSOE, en el que, por ejemplo, no figura que debamos renunciar definitivamente a tener grupo parlamentario propio.

(…)

—¿Qué es una nación?
—Una nación es un sistema compartido de sentimientos.
—Carod dice que los sentimientos sobrepasan las leyes.
—Los sentimientos pesan.
—¿Las naciones han de tener Estado?
—Nosotros somos una nación de naciones, que tiene un Estado. Y varias naciones.
—¿Cuántas?
—Tres seguras, y alguna probable.
—¿Y un señor de La Mancha, qué es?
—Español. Bueno, manchego, pero español.
—¿Y usted?
—Catalán. Y por tanto, español.
—Hay quien se siente sólo catalán.
—Es que los sentimientos son libres.

Sólo me pregunto cuál es la nación probable y qué grado de probabilidad tiene. Se admiten apuestas.

Una respuesta

  1. Llevo meses leyendo tus comentarios y sigo sin saber si subes o bajas. Más que de Osuna parece de Osuñiña.
    Sobre la entrevista Margall, me parece que deberíamos empezar diciendo que Camacho no es un periodista «objetivo» o que es objetivamente subjetivo cuando se trata de «atacar» a la izquierda. En el fragmento que extraes en tu weblog l o veo muy profesional, eso sí, pero la intención de hacer la entrevista ya tiene una cosnsiderable carga de «ataque» a ZP.
    Saludos

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