Blog

Blog de Luis Rull, donde lleva escribiendo desde 2003 sus ocurrencias, opiniones y andanzas por todo el mundo con mucha gente.

  • Profesionales de éxito se enrolan en la docencia «para hacer algo por lo demás». Hacer algo constructivo por «la sociedad».


  • ¿Cómo pongo las cuatro matrículas? He dejado los sobresalientes durante la revisión para no tener que quitar una matrícula de honor por estupideces como una suma mal hecha. Ahora tengo que decidir a quién se las doy. Todos son buenos (la mayoría son chicas). Revisaré de nuevo los trabajos.



  • Ya voy avanzando en «El filo de la navaja» No puedo quitarme de la cabeza las premisas de la novela: un chico que lo puede tener todo renuncia a las riquezas y el status en USA por la búsqueda de la «sabiduría». Lo que me ha impresionado es la presentación del optimismo yanqui de entreguerras. A la familia de Isabel no le molesta que Larry no tenga dinero. Le suponen que si trabaja un poco conseguirá ser un miembro «del club». Le reprochan no ser ni un diletante ni un «negociante». El reproche a Isabel no es rechazar al rico pretendiente, sino esperar al chico que sólo quiere librarse de sus fantasmas. No es la ausencia de riqueza, sino la falta de ambición por ella o por los placeres que ofrece.


  • Encuentro frustrante el silencio en los demás. Si personas que han tenido algo de amistad o familiaridad contigo te saludan con un hola y una mueca que pretende ser una sonrisa. Si las conversaciones durante un encuentro inebitable se reducen al tiempo o al ¿cómo te va?. ¿Cómo evitar la incomodidad? ¿Cómo descifrar el origen del enfriamiento?


  • Este tipo no quiere crear un blog… ¿en qué categoría estaré yo? je je



  • Increíble cómo empieza Somerset Maughan su novela «El filo de la navaja»: «Nunca he dado inicio a una novela con tanto recelo». Así comienza el primer capítulo en el que confiesa su tesis de la imposibilidad de conocer a fondo a personas de diferentes países,…, para, a continuación, presentarnos a un personaje muy interesante (Elliott Tenpelton), una persona entre arribista, diletante, snob y encantador. Una persona que no hace daño, que no molesta excepto a los que le envídian por su exquisito gusto o por la inutilidad de su vida.


  • Si no es posible realizar una medición fiable de toda la red política de una localidad (Problemas de población oculta, Bola de nieve, medición de las distintas relaciones, dificultad de acceso a los entrevistados, problemas con la confidencialidad,…) ¿Por qué no estimar la red a través de los medios de comunicación?¿Por qué no conocer la realidad política a través de la realidad revelada a los ciudadanos a través de los medios? ¿Incurriría en un sesgo demasiado grande?


  • Escuché la historia de una pareja en una ciudad «de provincias» de España. Funcionario él, empleada de banca ella. Muy atractivos ambos.

    Compenetrados, cariñosos el uno con el otro, ¿enamorados?
    Ambos son deportistas, cultos (pero no progres), divertidos y abiertos a sus amigos, aunque no son el «alma» de ninguna fiesta o círculo de amigos. Una pareja de mediana edad que paga sus impuestos y que se queja de las cacas de los perros en las aceras. Una pareja normal.

    Él ha demandado a su notario y a su abogado. Alguien ha descubierto un secreto que ambos tenían y que no querían compartir. Ahora mucha gente lo mira por la calle. Muchos amigos han dejado de llamarle. En el trabajo le hacen vacío: Hacen como si no existiese.

    Hace dos meses ella murió. Cáncer de mama: dos semanas de vida. Con los trámites de la herencia y demás cosas se ha descubierto que no eran marido y mujer. Ni siquiera pareja de hecho. Eran hermano y hermana. Y ahora sólo son un pervertido canoso triste y resentido.