He estado los últimos días intentando convencer a mis amigos extranjeros que lo ocurrido con la Revista El jueves era una cosa puntual, una excentricidad de un juez y un fiscal más que un ejemplo de cómo es la sociedad española. Ahora no lo tengo tan claro. Lo que le ha pasado a Luis Alfonso Gámez con sus críticas al ínclito JJ Benítez es indignante, a la vez que un ataque a la libertad de expresión: Ha sido condenado a pagar a Benitez 6.000 € ¡¡¡por vulneración del derecho al honor!!!
No creo que las afirmaciones de Gámez sobre JJ Benítez y su programa de televisión manchen su honor. Decir que Jesucristo no pudo pasear por un edificio de Roma (por la sencilla razón de que no había sido construido todavía) no puede vulnerar el honor de nadie. Al igual que la revista «El Jueves» ha publicado viñetas sobre la familia Real mucho más ofensivas (soy lector desde hace décadas de esa revista), en España se vulnera de forma más flagrante el honor de muchas personas a diario, y no entiendo que se hayan tomado medidas judiciales en ambos casos. ( y si las medidas son el secuestro de las publicaciones, aún menos, dado lo global de los soportes de información)
¿Hay que se garantistas con el derecho de opinión, con el de información, con el de honor? Terrible dilema. Pero el dilema comienza a oler cuando siempre se cometen los mismos excesos en la misma dirección. En una sociedad como la nuestra, en la que la tolerancia se ejerce por la vía de no cumplir ni hacer cumplir las normas, la aplicación de la normas cumplen el objetivo contrario para el que fueron promulgadas. Una sociedad tolerante ¿no debería tener leyes tolerantes en vez de aplicaciones tolerantes de las leyes? Cuando nadie cumple la prohibición de aparcar en doble fila, un policía al que no le caes bien puede multarte y cumplir la ley al mismo tiempo.
Entiendo que ambos casos son diferentes: el del secuestro de «El Jueves» se realiza «de oficio» por un juez apoyado por un fiscal del Estado. El caso que nos ocupa surge por una denuncia de JJ Benitez, tras largos años de enfrentamiento entre ambos. Pero ambos procesos acarrean momentos desagradables para los implicados … y miedo a los ciudadanos que creemos que tenemos derecho a decir lo que pensamos y no ser perseguido por ello. Al amigo plata, al enemigo hierro y al indiferente, la legislación vigente:
Hay que concluir que las expresiones contenidas en los artículos del Sr. Gámez consistentes apelativos tales como que Juan José Benítez es un estafador, que no dice más que sandeces, un iluminado, que basa su negocio en la mentira, el engaño al público, la tergiversación y sus sucios manejos, siendo su obra y sus programas televisivos una bazofia (…) exceden de los límites aceptables del derecho a la libertad de expresión de su autor y que afectan o pueden afectar muy negativamente, sobre todo si se prolongan en el tiempo y en un medio de comunicación de gran difusión, como es el caso, a la dignidad del Sr. Benítez, fama, buen nombre, prestigio y credibilidad profesional.
Gracias a Dios, el talento suele salir a flote cuando se hunden los barcos. Sólo esta frase de respuesta de Luis Alfonso , entresacada de su entrada de respuesta, demuestra su talento:
Creía que decir que hay pruebas de que el hombre convivió con los dinosaurios era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Luis Alfonso Gámez escribe en un blog de «El Correo Digital» llamado Magonia (anteriormente alojado en blogger), donde habla de pseudociencias y supersticiones. Magonia es un gran nombre para un blog porque se refiere a los magufos, esos practicantes de pseudociencias que nos rodean y que comparten sus grandes descubrimientos con nosotros. Un ejemplo de su buen hacer es una entrada basada en un artículo de Fernando Savater sobre un encuentro ecuménico:
La reflexión de Savater me ha recordado como, hace no tantos años, los apóstoles de la ufología renegaban de la parapsicología, los de la parapsicología no creían en la astrología, los practicantes de la astrología no se tragaban lo de las visitas de marcianos en la Antigüedad y los partidarios de éstas no profesaban la fe en los ovnis. Ésa era la tónica general entre los expertos de lo oculto: mi creencia es la buena; las otras no. El rechazo de las supersticiones ajenas era una forma de dar solidez a la propia, de dejar claro que uno no era un crédulo de tomo y lomo y que, si pensaba lo que pensaba, era porque lo había meditado y existían pruebas que cimentaban sus conclusiones. Ahora, al igual que católicos, budistas, islámicos y demás hermanados en Barcelona -¿hubo representantes de la fe jedi?-, los engañabobos de lo paranormal no hacen distingos: apoyan con el mismo entusiasmo y fervor la existencia de la piramidología, los platillos volantes, las conspiraciones, el vudú, la desapariciones misteriosas, las casas encantadas, los continentes perdidos, los monstruos, los extraterrestres en las pinturas prehistóricas, los dotados de poderes psíquicos… Como los clérigos de todos los colores, ninguno denuncia la falsedad de lo que dice el otro, no vaya a ser que el otro le saque a su vez los colores. Y, frente a ellos, sólo estamos los escépticos; como únicamente estamos los ateos frente a las religiones.
Ya critiqué la inclusión de un programa de televisión de este tipo en una televisión seria como Cuatro y me gané algunas críticas duras (A demás de una fuente de tráfico y un enlace de Microsiervos). Lo relacioné tangencialmente con la responsabilidad de las cadenas de televisión en la formación de los ciudadanos, pero llegué a la conclusión de que prefería que una cadena privada tuviera el derecho a emitir esas barbaridades puesto que, protegidos ellos, protegen mi libertad de expresión en este pequeño rincón. El debate sobre si estos programas debían o no aparecer en la televisión pública es algo más delicado, puesto que se juega con mi dinero, pero le dejamos para otro día ¿no creéis?
Otro JJ, esta vez Merelo, lo titula de forma magistral: ¿qué es peor que la mentira? Se ha enterado por otra entrada de nuestro amigo José Antonio del Moral. Y Javier nos lo cuenta de primera mano. Pero lo que mejor lo muestra es el propio JJ Benítez. Aquí podéis ver algunos trozos de su programa aludidos en la sentencia:
[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/DdIlylb02fI" width="350" height="289" wmode="transparent" /]
Estas son la entradas de Magonia que se refieren a JJ Benitez. Os recomiendo su lectura, puesto que están bien escritas y argumentadas, además de que así podréis ver si el tribunal tiene o no razón:
- Los vendedores de misterios, en la revista ‘Rolling Stone’.
- Del plagio de Troya al montaje lunar.
- La marca terrícola del anillo marciano de Benítez.
- Creyentes en todo, escépticos de nada:
- El ‘Planeta encantado’ de Benítez vuelve a TVE.
- Silencio encantado.
- El momento estelar de ‘Planeta encantado’: cuando Benítez sentó a Jesús en el Coliseo. (O bien en círculo escéptico)
- «Los enigmas no deben ser desvelados», concluye Benítez en ‘Planeta encantado’. (O bien
en círculo escéptico.) - Un estudio de animación vasco creó la base lunar de ‘Planeta encantado’ por encargo de Benítez. (O bien en círculo escéptico.)
- Un inexistente espía de la CIA reveló a Benítez el hallazgo de una base extraterrestre en la Luna. (O bien en círculo escéptico.)
- Benítez confunde Prehistoria con Historia y niega la escritura al Egipto de los faraones. (O bien en círculo escéptico.)
- A ‘Planeta encantado’ se le funden los plomos. (O bien en círculo escéptico.)
- Seres del espacio «dieron el primer aliento civilizador» a los bereberes. (O bien en círculo escéptico.)
- «Mis detractores son agentes de los servicios de inteligencia», dice Benítez.
- ‘IOI’: un anillo para engañarlos a todos y llenar de extraterrestres la Prehistoria. (O bien en círculo escéptico.)
- Los escépticos españoles se movilizan contra el ‘Planeta encantado’ de Benítez.
- Juan José Benítez, en busca del Arca perdida. (O bien en círculo escéptico.)
- La sábana santa: cuando tres laboratorios desmontan el invento de los vendedores de misterios. (O bien en círculo escéptico.)
- Colón fue el último en llegar a América. (O bien en círculo escéptico.)
- Jesús de Nazaret estuvo sentado en la grada del Coliseo romano antes de que se construyera. (O bien en círculo escéptico.)
- Los hombres-peces de Sirio viajan en carros de supermercado interestelares. (O bien en círculo escéptico.)
- Las estatuas de la isla de Pascua se trasladaron hasta sus altares volando. (O bien en círculo escéptico.)
- El legado de los Picapiedra.
- Juan José Benítez desentierra piedras grabadas en Ica treinta años después. (O bien en círculo escéptico.)
- Benítez, el 11-S y los pseudoescépticos argentinos.
Actualización (01/08/2007): Microsiervos, uno de los blogs más leídos de España, se hace eco de la noticia.
Deja una respuesta